lunes, 28 de noviembre de 2016

Kamilen

Un día, envié al papá de B a traer pomada para tratar una rozadura de la niña. Usábamos Capent o Pasta de Lassar, que es óxido de zinc. Hace mucho usamos Pasta de Lassar, nada más. El caso es que una señorita o unas señoritas le convencieron de comprar pomada de manzanilla, que según ellas serviría para las rozaduras mejor que cualquier otra cosa. Llegó a la casa con su cajita de Kamilen y un babero que le regalaron. Yo me molesté, como suelo hacer cuando las cosas no son como quiero, pero no mucho porque siempre me enternece su asombrosa capacidad de creer en la publicidad.

Aunque tenía lógica pensar que la pomada sirviera para las rozaduras porque es un "auxiliar en algunas irritaciones de la piel", no sirvió para eso. Aquella vez hubo que ir a comprar Pasta de Lassar. Pero luego, para algo, no recuerdo para qué, la usamos. Es maravillosa. B a menudo se irrita la piel de la parte de atrás del cuello, porque se peina el cabello y de pasada el cuello, luego se rasca y queda peor. La pomadita lo resuelve. También es buena con raspones, piquetes de insectos, cortaditas, resequedad. Me encantan su efecto y su aroma.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Mira por donde al final le has sacado la utilidad a la pomada de manzanilla. No deberías haberle dado con un cazo en la cabeza al padre de B. :)

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    1. Sí, la verdad es que soy muy reactiva y fue uno de esos "accidentes felices" XD

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