viernes, 20 de mayo de 2016

Comida de señora, de mamá, de la abuela...

A mí me gusta mucho cómo cocino... cómo cocino y cómo preparo comida, porque según me aclaró una amiga, no es lo mismo; muchas veces, simplemente preparo comida. El caso es que me gusta mucho cómo lo hago; excepto en lo que se refiere a los platos, digamos... "tradicionales". Ni mi sopa aguada de pasta ni mis frijoles, son para presumir (de hecho, como ya he contado, mis frijoles son muy malos). Me salen bien otras cosas, y respecto a las comidas comunes, lo bueno que tiene mi versión se fundamenta en que es "mi versión". Mis chilaquiles, por ejemplo, no se parecen nadita a los chilaquiles de alrededor.

Entiendo que mi hija se acostumbrará a mi comida; de hecho, la saborea con gusto. Pero le encantan la "sopa normal", el "arroz normal", los frijoles, y cuanta cosa con sabor de cocina normal-de-señora llega a su boca. Así que tal vez no se cumpla en ella, lo de que: "la mejor comida es la de mamá". Con la versión, "la mejor comida es la de la abuela" tampoco hay mucha oportunidad, porque el recuerdo de mi mami preparando las mejores quesadillas del mundo, o el mejor pan francés, va quedándose muy viejo... aunque en su casa siempre hay cosas ricas, y hace que haya cosas ricas a donde vaya... eso también debe ser "comida de la abuela".

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. El paladar se acostumbra a la comida que te hace tu madre desde pequeño y luego no hay otra que te parezca tan buena. Mi madre, por ejemplo, no hace la pasta "al dente". Yo me he acostumbrado a comerla más hecha y "al dente" me gusta menos. Me parece masa cruda.
    Besos.

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    1. Espero que esa sea la experiencia de B :D (Yo también conocí la pasta bastante más cocida que "al dente".)
      Besos, Macondo.

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