sábado, 2 de enero de 2016

Inicializando: propósitos de año nuevo

Este es el mejor año de mi vida. Me aventuro a una etapa que va a sorprenderme para bien.

No empiezo el año el día primero, pero ya he dado unos cuantos giros en la cotidianidad para arrancar con todo cuando llegue el momento, que esta vez será el día en que quite el árbol de Navidad. Usualmente comienzo el día 3, pero ahora hay algunas cosas movidas y otras moviéndose, así que es mejor así. Aprovecho para hacer limpia en la casa y ordenarme.

Tengo tres propósitos nada más, aunque de ellos se desprenden varias cosas que haré diferente. Los primeros dos van juntos, al menos como pienso vivirlos: se trata de ir despacio y de mantenerme "aquí y ahora".

Quiero volver a poner atención en lo que estoy haciendo, escuchando, observando, y pensar antes de hablar, así que necesito ir despacio. Yo de natural voy rápido en todo lo que conviene ir con calma, y así se gasta la vida, se escapan detalles, se cometen torpezas.

También quiero centrarme en el presente. No sé cómo será dentro de diez meses, pero al menos el primer semestre del año, me he vedado las remembranzas: ni las buenas, ni para aprender, ni nada. Y tampoco habrá ensoñación con el futuro. Es imprescindible que tenga una visión, pero no quiero engolosinarme en la ilusión: en mí, se hace vicio. Este año, puro presente. Y quiero conciencia de mi respiración y de mi experiencia. La vida con un bebé puede ser como un torbellino y no voy a quedarme atrapada en la marea amasijo de cosas por hacer y necesidades que atender.

Por último, quiero hacer lo que quiero. Siempre lo he hecho -mucho más que otras personas-, en cuanto a los caminos elegidos, en cuanto a las cuestiones vocacionales -que van más allá de lo laboral u ocupacional-. Extrañamente, he tenido dificultades que llegaron a ser verdaderamente discapacitantes para hacer lo que quiero en el día a día. Puede parecer que no, porque no me detienen opiniones ni miradas de otros; pero he tenido que trabajar mucho en no postergar lo que me gusta; es como si me entrara ansiedad por la posibilidad de disfrutar si se trata de algo que, digamos, me acerca a realizarme (por ejemplo, ojear un libro de ilustraciones); una cosa loca que no voy a analizar.

Estos días de ensayo van bien.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Suerte con tus propósitos. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Engolosinarte en la ilusión... Me ha encantado. Yo lo hago constantemente y no tengo pensado dejar de hacerlo. Creo que ha habido épocas de mi vida en qué así me mantenía cuerda. Paradójicamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que también a mí me ha servido para mantenerme cuerda, cuando la realidad se me aparecía no-vivible :)

      Eliminar