martes, 20 de octubre de 2015

Bebé agripada

B duerme. Pasó una mala noche, y nosotros con ella. Su día no empezó fenomenal, pero va bien; ha sonreído, ha jugado, ha comido calabacita.

Fuimos con la pediatra el sábado y estaba perfectamente. También estuvo bien el domingo, pero esa noche despertó muchas veces, renegando, y comió y comió y comió, más que siempre. Por la mañana era evidente que algo le pasaba; estaba caliente. Le tomamos la temperatura y nos equivocamos. Pensamos que era normal lo que ya es febrícula; igual juzgamos antes, unas tres veces, las semanas pasadas. Afortunadamente, esa normalidad con ella desanimada e irritable, no podía parecerme normal.

A medio párrafo anterior, fui a darle teta. Ahora duerme de nuevo. Yo espero que termine de cocerse un arroz.

Antier soñé que la olvidábamos en una tienda, y unas cuatro cuadras adelante, cuando quería ir por ella, no podía avanzar; trataba de gritar y tampoco salía mi voz.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Uno se desespera porque no sabe nada y el niño no sabe hablar, un desespero.

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    1. Es muy penoso ver mal a un bebito, cuando menos los niños que hablan pueden "quejarse mejor"... digo yo.

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  2. Qué sueños más agobiantes. Eres como una madre, pero sin el "como".
    Besos.

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