Tengo un tío querido que está muerto (me molestaba la palabra "muerto", pero ya no). Lo tengo, en presente, y más conmigo que antes, porque ahora puede estar en cualquier lado, como el amor -como todo lo que no tiene un cuerpo-.
No podría decir que lo extraño, porque en realidad lo veía poco. Pero siento su falta en el mundo cuando lo pienso, y lo pienso muy a menudo.
Creo que teníamos en común un dejo de estar mal acomodados.
Silvia Parque
No hay comentarios:
Publicar un comentario