miércoles, 10 de septiembre de 2014

Peras al olmo

Por más que se riegue un olmo con agua purificada, no va a dar peras.

Cuando le pedimos peras al olmo, puede estar pasando una de las siguientes cosas:

- Creemos que el olmo es un peral, porque no hemos notado todas las señales de que es un olmo.
- Hemos notado todas las señales de que es un olmo, pero creemos que son apariencia, y que en realidad es un peral.
- Sabemos de hecho que se trata de un olmo, pero creemos que es tan extraordinario que es el único en el mundo capaz de dar peras.
- Sabemos que de hecho es un olmo, y no lo creemos fuera de este mundo; simplemente, no sabemos que los olmos no dan peras.

Y lo más loco:
- Sabemos que es un olmo, sabemos que no da ni va a dar peras, y sin embargo, la necesidad de peras hace que le pidamos peras, como porque el cuerpo no vaya a decir que quedó por nosotros...

Estimada persona que lee:

Si le ha pedido peras a un árbol, y no las ha conseguido, pare de esforzarse.

Conozca su árbol: puede que sea un olmo. No es difícil saberlo porque las cosas de olmos son muy simples: si tiene características de olmo, es olmo; y no da peras. Si ya sabe que es un olmo, pero usted cree que es un olmo que va dar peras, está bien: simplemente marque un límite al tiempo que va a esperar por ellas. Vea lo que ocurre. Si no obtiene su perita, no se preocupe: no necesita un peral: vaya al mercado.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Qué bueno. Se lo diré a mi hija. Un beso.

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    1. :) también es una injusticia para el pobre olmo, que está muy bien siendo olmo: se le podría apreciar por ser lo que es.
      Un beso, Susana :)

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  2. Expectativas hacia los hijos, o hacia las personas que nos rodean, y aveces no son Olmos.

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    1. Hay que conocerles, saber qué son, y aceptar lo que sean, porque lo que sea que sean las personas, está bien :)

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  3. Jajaja, me he reído y además encierra tanta verdad...Yo quería peras, como no encontré un peral, me quedé un olmo y me empeñé en que me diera peras, o algún fruto lo más parecido posible. Ahora le tengo cariño al olmo, lo quiero en mi vida, pero sigo añorando las peras, y no hay cabida para peral y olmo. En realidad me sigo preguntando si existe el peral, incluso si existiera, cuánto tardaría en cansarme de comer peras

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    1. Pero, Inma, que por eso digo que tan campante una puede ir al mercado, y comprar la perita o el kilo completo. No hace falta tener ahí el peral; para empezar porque -como sugiere tu comentario-, a lo mejor ni tantas peras hacen falta ;D

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