Puede compararse con la comida. Tal vez hay cosas que van a dañar cualquier estómago; el equivalente serían las llamadas "personas tóxicas", cuya compañía genera malestar o merma el bienestar de cualquiera que no tenga una increíble evolución espiritual. Pero ahí está también la fresa: nutritiva, y para gran parte del mundo: deliciosa; sin embargo, hay a quien le hace daño. ¿Hay que comerla porque es una rareza no poder con ella? Y si ahora caen pesados alimentos que antes se podían disfrutar, ¿hay que masticarlos y tragarlos porque antes caían bien?
Claro que en nuestras relaciones con las personas, la voluntad tiene muchísimo más que hacer, que en la relación de nuestro cuerpo con un alimento. Según las miras que tengamos y los recursos de los que disponemos, puede que pongamos un límite al "no me cae bien", para no pasar al "me cae mal" (puede que nos interese llegar al "me cae bien": para quien es creyente, todo es posible). En cualquier caso, creo que siempre hay que empezar con el reconocimiento honesto de los sentimientos y sensaciones que produce el contacto con la persona, la idea de la persona. Luego hay que buscar el modo de protegernos.
Silvia Parque
Nunca me he forzado en este asunto. Si alguien me cae mal, me cae mal y punto, no trato de hacer nada al respecto, me dejo suelta.
ResponderEliminarQuizás cuando era más jovencita lo hice alguna vez...no...lo que hice fue tratar de caer bien a alguien que le caía mal, pero hace mucho tiempo que tampoco.
Besitos
Yo nunca me incliné a tratar de caer bien a quien le cayera mal, por incapacidad, no por otra cosa; bastante difícil me resultaba pensar en "caer bien", ya anteponiendo que supiera o sintiera que caía mal, me hubiera resultado muy dificultoso :)
EliminarA mí de pequeña me preocupaba no caer bien. Séntía que si no le caía bien a alguien era porque algo hacía mal. Ahora no es que se me haya pasado del todo jajaja aún me preocupa caer bien, pero no tanto.
ResponderEliminarBesos!
De niños somos el centro del mundo, para bien y para mal :)
Eliminar¡Besos, Telma!