martes, 5 de agosto de 2014

No todo el café me inflama

Soy una persona inmune a muchas cosas, gracias a Dios. No me contagio de resfriados, gripes o similares. Puedo comer en donde sea, sin preocuparme por mi estómago. He llegado a los treinta y tres años sin hacerme intolerante a la lactosa y sin reflujo. Mis hormonas hacen de las suyas, pero muy rápido aprendí a surfear por sus altibajos. Estoy muy agradecida por todo eso, y por lo mismo, me resisto a aceptar que el café me inflama.

He pasado por episodios de colitis; en el último, no podía usar más que uno de mis pantalones, porque ninguno me cerraba; pero tomé cartas en el asunto, y sanseacabó. Esas "cartas en el asunto" incluyeron prescindir del café durante dos semanas. Y como quien no quiere darse cuenta, he venido observando, desde que terminó la abstinencia, que sí: el café me inflama.

La buena noticia es que no pasa con todo el café. Primero pensé que era cuestión de cantidad, pero no. He puesto atención y creo que se trata del grano. [Antes de continuar, dejo anotado que el frappé tampoco me hace nada; no entiendo por qué, si la temperatura no puede ser el problema...] Según parece, el buen café se porta muy bien. Así que la entrada podría titularse "Mi vientre se ha vuelto pijo". Continuaré la investigación hasta tener mayor seguridad.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario