En principio:
El nombre 'Livia' está vinculado con la palabra latina que significa malignidad [...] nadie la quería de veras; la malignidad impone respeto, no cariño. Poseía la facultad de que la gente comúnmente desenvuelta se sintiese consciente de sí en su presencia, consciente de sus defectos morales e intelectuales.
Ya se sabe lo que puede hacer la ambición y a la Livia expuesta por Graves no le faltaba de eso:
La mayoría de las mujeres tienen tendencia a poner un límite a sus ambiciones; algunas, muy pocas, se fijan un límite audaz. Pero Livia era la única que no ponía límite alguno a las suyas y sin embargo se mantenía perfectamente serena y fría en medio de lo que, en otra mujer, habría sido juzgado como una locura ilimitada.
Como corresponde a una cultura patriarcal, aunque esta mujer tenía gran poder, tenía mucha mayor influencia que poder.
Todos sabían que Livia mantenía a Augusto en un puño y que, si bien no estaba realmente atemorizado de ella, por lo menos se cuidaba de ofenderla.
En pocas palabras: "Augusto gobernaba el mundo, pero Livia gobernaba a Augusto". El autor pone en boca de Póstumo, la siguiente opinión sobre este emperador-esposo:
Es extraordinariamente débil en lo que a ella respecta. ¡Imagínate: hace casi cincuenta años que vive con ella, y todavía cree hasta la última palabra que le dice!Con los signos de admiración bien ganados: "¡Mi abuela Livia era astuta!"
Silvia Parque
No hay comentarios:
Publicar un comentario