martes, 24 de junio de 2014

Segunda representación de "Tartufo"

Una se da cuenta de lo grande que es Dios, cuando termina la segunda representación de la obra de teatro, y hay testigos de que una no se ha quedado congelada en la parte en que una entra, y habla.

Es una experiencia fenomenal.

La magia del teatro se hace a sí misma, cuando un buen operador dice el justo "para acá" o "para allá", "más arriba" o "más abajo", y una se deja poner y quitar, como corresponde.

¡Además, es muy divertido!

La ocasión es perfecta para reunir a los amigos y seguir jugando, después de los aplausos, a que una es actriz, porque se ha actuado y lo celebramos. (Respeto mucho el trabajo de los profesionales -y mis amigos son buenos amigos-.)

Una función más, el jueves.

Silvia Parque

2 comentarios: