miércoles, 28 de mayo de 2014

Emergencia

Empezó con un proyecto monumental del trabajo, que me llevó la mano a la cabeza...

El movimiento es el siguiente: hago pasar las uñas por el cuero cabelludo, y saco la mano, haciéndola recorrer de la raíz hasta la punta del cabello, y vuelta a empezar. Usualmente, se queda al menos un cabello en la mano.

El asunto con el proyecto terminó, pero la maña sigue, y a más de un mes de distancia, tiene frutos: numerosos cabellitos rotos, que se levantan para decir "presente" en cuanto se me seca el cabello, lo cual es muy rápido, porque está muy reseco.

Urgen medidas drásticas.

Silvia Parque

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