lunes, 26 de mayo de 2014

El post de celebración

Luego de que pasé mi examen de grado, escribí a Inma en algún comentario, que tenía pendiente una entrada de celebración. Pero demasiado se movía en ese momento. Hace unos días, sin embargo, ocurrió algo inesperado: una situación tras otra en el trabajo, me colocó en una posición incómoda y supe que era el momento para el "post pendiente".

Soy feliz y vivo agradecida. No sé si se me va a pasar esta sensación: es común que camino al trabajo, dando gracias -aprovecho el camino al trabajo para hablar con Dios-, sienta ganas de repetir "gracias" muchas veces y de llorar de emoción. ¡Y no puede una ir llorando en el transporte público! (No lo hago, me quedo con las ganas.)

Vine a vivir a esta ciudad para hacer una maestría; pero se me atoró la tesis. Se me atoró la vida. Estuve sola. Me volví loca. Me sentí deshecha. El orden de esas cosas no importa porque al final se acomodan en un enorme bloque de "mal tiempo". Tampoco importa mucho el orden en que, de modo torpe pero al final efectivamente, escribí, tramité, dije lo que tenía que decir y finiquité el asunto del posgrado. Me decidí por vivir y me di un hogar y expectativas. Lloré diferente y me hice parte de una iglesia.

Ahora todo está maravillosamente bien. Dios me bendice como si lo mereciera. Por decir lo más vistoso, no solamente hay provisión en mi alacena, sino que hago negocio. Por no dejar lo más importante: en mi hogar hay una familia -estoy llena de amor-. Y gracias a este "inconveniente" laboral de hace unos días, sé que estoy en el "después" de la mala racha. El punto es que el "inconveniente" me muestra cómo este "estar bien" se impone sobre cualquier condición objetiva. No es que no vaya a pasar nunca, nada que yo no quiera. No es que no vaya a haber ratos en los que me sienta frustrada o decepcionada. Es que ya no me quito de Él.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Un bonito post no sólo de celebración, sino de "conclusión", de echar cuentas, y la vista atrás y analizar de dónde y cómo se partió y hasta donde se ha llegado.

    No dudo de la presencia de "ÉL" en tu vida, pero eres tú, es tu actitud, tu forma de enfrentar, tu pensamiento positivo, lo que te ha llevado hasta donde estás, si para encontrar esa fuerza necesitas apoyarte en "ÉL" bienvenido sea, todo lo que nos ayude de forma personal a cada uno de nosotros, los recursos que utilicemos y que nos sirven, siempre serán buenos.
    Besitos, y enhorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Inma! Leyéndote veo que es una entrada de "conclusión" más aún que de celebración... Estos días he estado muy ocupada por el trabajo, y por eso no había actualizado el blog o entrado a visitar; cada día sin hacerlo, iba sintiendo más "necesidad" de escribir y compartir esto, y ¡bueno! que me digas lo que dices es bonito. Yo estoy convencida de que la maravilla en la que vivo es enteramente obra de Dios, pero sí que tuve que decir: "sí, quiero" :)
      ¡BESOS!

      Eliminar
  2. Cuánto me alegro de que tu vida esté tan bien encauzada. Te mereces todo lo mejor. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Él es dios?

    En todo caso, me gusta leerte así. Mucho.

    Besos!

    ResponderEliminar