lunes, 14 de abril de 2014

No puede una ser demasiado brillante porque deslumbraría

Contraesquina de mi casa, mi surtidor de té de hierbas atiende por la mañana y por la noche. Si quiero té por la tarde, no hay modo, a menos que haya comprado una dosis de reserva (el polvo, para preparar la bebida en casa).

Antes, tuve apoteósicas tardes de Nestea, pero desde que Nestlé hizo arreglos comerciales a los que no doy seguimiento, me quedé sin uno de mis mejores reforzadores positivos. Fuze Tea, que es supuestamente Nestea preparado, ni remotamente sabe a lo que yo hacía en casa; los polvos que venden ahora, en sobre, no son lo que eran.

Así las cosas, hoy por la tarde quería un té frío y fui a buscar un surtidor de té con turno vespertino, pero no lo encontré.

De regreso en la casa, entrando a la cocina, después de varias tardes de no haber tenido el mentado té frío, se me ocurrió la innovadora idea, desde siempre dibujada en la cajita de chai que he tenido hace meses a la vista, de preparar el té de bolsita y enfriarlo.

Silvia Parque

1 comentario: