domingo, 23 de marzo de 2014

Me quedo con dos...

Matt lo ha tomado de suguspiña; yo lo quise tomar de Matt, pero se me complicó... necesité acotaciones... Se trataría de elegir, no los que en realidad hayan sido los dos mejores momentos de la semana, sino los dos mejores momentos, publicables. Cualquier adulto daría por hecho que es así, pero yo tan literal y con mi neurosis cuadriculante, lo acoto. Luego: ¿solamente dos?, ¿y el insecto que se me paró en el cabello...? ¿Cómo podría ponerlo a competir con el momento de recibir las tesis empastadas, de manos del impresor? Dos son muy pocos (y sin embargo, de haberlos buscado el sábado por la mañana, que no me sentía bien, habría sido difícil encontrarlos... ¡pero es domingo por la noche!)

Estaré eligiendo los dos mejores momentos de la semana, en mi relación con mi casa. Aquí van los de estos días de inicio de primavera:

- Llegar y no encontrar luz.- Que no hubiera energía eléctrica era casi lo único capaz de hacer que no me desvelara. Hay que recordar que una de las cosas más importantes para las que se hizo la noche, es para dormir.

- Llegar y encontrar luz.- Después de días sin energía eléctrica, que se restablezca es también restablecer la normalidad. Y llegar y ver la casa con luz es como señal de que ella no se enoja si me voy y la dejo cuando no puedo estar con ella; de que ella se entiende con la Providencia...

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, y la luz es fundamental. Un beso.

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    1. Habría que aprender a valorar lo que tenemos :)
      Un beso, Susana.

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