lunes, 13 de enero de 2014

Conductas viles entre personas que fueron pareja

Me asombran las conductas viles entre personas que fueron pareja. Me refiero a personas que actúan no buscando su conveniencia sino buscando joder al otro: no molestarle un poco, no desquitarse de alguna cosa, sino joder en nivel machacar. Entiendo que algunas personas quedan muy dolidas o muy enojadas con sus ex parejas. En el drama... bueno... no somos ángeles. Pero cuando pasó la tormenta, creo que las personas comunes nos calmamos y dejamos ir los sentimientos negativos. Incluso entiendo que haya quien conserve una ración de sentimiento negativo para lo que se ofrezca; pero de eso, a portarse con vileza, hay la distancia del respeto propio, porque la persona que fue tocada por la elección que una hizo, se vuelve parte de la historia de una, y ¿cómo portarse con vileza con lo que queda, al menos como huella, por haber sido?

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Hermosa. El proceso de dejar ir una vez pasada la tormenta es tal vez mucho más difícil: ya no es sobrevivir a la situación, por así decirlo, ahora es el período del naufragio y el duelo por lo que se ha ido. Me tocó mucho tu escrito, lo vi entre mis padres.

    Besos.

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    1. Ojalá todos quedaran al menos con una dotación mínima de amor; si eso queda, no es posible actuar con vileza hacia quien ha provisto la dotación, por más que después haya pasado lo que haya pasado. Pero algunos no quedan más que con lastimaduras...
      El naufragio puede ser más duro que la tormenta, pero haber pasado por la tormenta deja la certeza de que se puede con lo que venga :) y lo que vienen pueden ser ríos fantásticos recorriendo mares en calma.
      Muchos besos, Taty, siempre es un gustazo contar con tus palabras.

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  2. Yo tampoco lo comprendo Silvia. Entiendo incluso que no desaparezcan los sentimientos negativos, entiendo que el resentimiento siga presente, entiendo que en tu fuero interno desees que esa persona no consiga ser feliz, todo ésto es feo, pero yo lo comprendo, por experiencia además, pero todo son sólo sentimientos, lo otro, el participar activamente para dañar o perjudicar a la otra persona, para fastidiarla, el pasar a la acción, se me escapa y es un paso que ya no doy, ni doy ni me motiva hacerlo, no soy capaz de odiar hasta ese punto, es más, me da hasta pereza, invertir tiempo en joder al otro en lugar de buscar mi sanación, no, que tontería y que pérdida de recursos.
    Besitos

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    1. Sí: el resentimiento podrá quedar -la de cosas que pasan entre dos, y lo profundo que pueden incrustarse algunas cosas-; no estamos en posibilidad sino de sentir lo que sentimos: si es feo, pues así es. Pero lo que hacemos sí queda en nuestras manos, y pasar a la acción, como has dicho, es otra cosa. Estoy totalmente de acuerdo contigo en cuanto a lo caro que resulta hacer cosas para fastidiar al otro. Ocuparse en eso no deja espacio psíquico para sanar lo propio, no permite pasar a lo siguiente, ¡y soltar el peso de lo que agobia del otro! Pero lo que más me asombra, en verdad, es que a la hora en que se inicia esa "acción-en-contra", no pese más el eco de los sentimientos que hubo. Incluso cuando esa persona haya sido "de lo peor", la reverberación de la ilusión propia, del cariño que salió de una, eso que habitó a quien está a punto de portarse mal, yo creo que tiene el poder, si no se le ahoga, de detener la mala acción. Repito que no me refiero a los pequeños actos de revancha con los cuales reacomodamos las posiciones de poder; eso puede ser vil, pero no tiene el objetivo ni el alcance de joder al otro... no de joder hasta causar daño. Me refiero a esas historias de personas que buscan destruir la vida de su expareja.
      ¡Besitos, Inma!

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