Compro zanahorias empaquetadas para que estén ya lavadas y desinfectadas (de preferencia, también ralladas). Casi siempre dejo una parte de la bolsa para después y se echa a perder. Ayer llevé al trabajo una de estas bolsas de zanahorias, a un día de su fecha de caducidad. No creí necesario guardarlas en el refrigerador del área de comedor; las dejé esperando, llegó el final del día y ya era demasiado tarde: la caducidad se adelantó varias horas.
Me parece mal desperdiciar la comida y me molesta pensar que pagué por algo que no aproveché; pero no estoy en estos días para recriminaciones.
Hoy por la mañana, recibí una bolsa de apios que había encargado días atrás. Tenía complicado ir a comprarla yo misma. Más vale que no los deje envejecer.
Pensé que en todo es como con los vegetales: cuando algo se echa a perder no debe conservarse; es una pena si postergaste el momento de disfrutarlo o si no hiciste lo adecuado. Llegará otra cosa.
Silvia Parque
A mí también me da lástima que se estropee la comida y tener que tirarla. Un beso.
ResponderEliminarVoy a poner más atención para que no pase :)
EliminarUn beso, Susana.