Silvia Parque
lunes, 12 de agosto de 2013
Secretos
Hoy me han contado un secreto: gordo por lo redondo de bonito que es. He asegurado que no diré nada, y no diré nada. Pero puedo decir acá, donde nadie sabe nadie supo, que me han contado un secreto. Un secreto de amor, para más señas. Secretos de este tipo se guardan en bolsitas de seda cruda, y según la hora del día, tienen aroma a vainilla o a hojitas verdes. Son secretos para recuperar la sonrisa franca, de esas de gusto por lo bueno y lo limpio. ¡Ya le habría gustado a mi abuela que así fueran mis secretos! Los míos siempre fueron algo retorcidos, y no lo digo como algo malo, sino como mera ilustración representativa: muy cada cual sus secretos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seguro que eres digna de tan bonito secreto. Un beso.
ResponderEliminarNo lo había visto así :) gracias.
EliminarUn beso, Susana.
Oh que bonito! Un secreto guardado en bosita de seda cruda. Es curioso, me he dado cuenta de que si pienso en un secreto me imagino de los feos y retorcidos, de los que avergüenzan, y es una tontería.
ResponderEliminarVoy a ponerme a pensar si tengo algún secreto bonito...creo que no
Cuéntame sí encuentras uno bonito :) los míos bonitos, me queda claro que a la mayoría de la gente no le parecerían bonitos... Me doy cuenta que algo se vuelve secreto por diferentes razones: conveniencia, miedo, pudor, vergüenza... mera travesura...
Eliminar