sábado, 31 de agosto de 2013

Fuenteovejuna

El arte trastoca. Por eso puede ser reivindicativo. Muestra lo humano, que es universal; por eso puede tener vigencia una obra con siglos de vida y podemos mirarnos en personajes o escenas de un lugar muy, muy lejano.

Así pasa con Fuenteovejuna. Lo primero que una piensa es en lo familiar de la repetida situación de unos pocos abusando de su mucho poder sobre muchos. Pero además de este retrato de un pueblo, se expone la circunstancia de todas las personas que llegan a la edad adulta: necesitas moverte para poder ocupar el espacio que te hace falta; si te va mal, pierdes; pero si no te mueves se te muere la vida, aunque el cuerpo siga teniéndote en el mundo.  

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario