martes, 13 de agosto de 2013

Entrada personal sobre el gran descubrimiento evidente del lugar de mi abuelo

Las sesiones de análisis son un gran material para el humor porque descubren lo evidente. Hay un episodio de La Niñera en que la susodicha llega de su sesión, con el tremendo descubrimiento de que ella es la niñera y su jefe es su jefe. Así llegaba yo con mi marido a decirle lo que él me había dicho durante meses y parece que así llegan todos los analizados a sus casas. Siempre he dicho que el análisis me enseñó lo que debí aprender en el jardín de niños: que la mamá de mi mamá es mi abuela, que el papá de mi mamá es mi abuelo y que yo soy hija de mi mamá y nieta de mi abuela. Hoy he descubierto otra de esas verdades enormes.

Empezó por algún comentario de mi abuela, que yo contesté señalando que habría estado bien heredar algo de la forma de ser de mi abuelo. Le di vueltas a la idea y concluí que estaría bien tomar algo de él, que seguro habría algo suyo en mí. Le escribí. Finalmente hoy dije, en el diván, que me habría gustado que él hubiera sido como un padre. Entonces ella -mi analista- me mostró mi apellido: es el de él.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Suelo pillarte siempre Silvia, pero esta vez no consigo entender exactamente a que te refieres...

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    1. :D sí está difícil de pillar... es una de esas entradas muy personales que hacen más de catarsis que de otra cosa. Es que estuve pensando en mi abuelo, y por fin me dije que me hubiera gustado que fuera como un padre para mí, porque no hubo quien hiciera de papá y nunca consideré que mi abuelo tuviera ese lugar. Antes nunca vi que me hubiera gustado eso. Entonces antier, mi analista me muestra mi apellido: llevo los dos apellidos de mi madre, es decir, en donde va el apellido paterno está el apellido de mi abuelo. El me dio el apellido. A partir de notar eso, noté cómo hizo de padre: de padre como muchos padres: distante, ausente, proveedor, de esos hombres que amaban sin poder acercarse. Fue muy importante para mí. Me sentí muy importante: ese hombre me dio su nombre, y dispuso cosas sobre mi vida, como si yo fuera suya, y me sentí muy bien de que me quisiera suya, me tomara como suya.

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    2. Vaya, lo siento, te he hecho desencriptar lo que quizás no deseabas, pero ha quedado completamente claro, no consigo extrapolarlo a ninguna experiencia que yo haya tenido, quizás por eso me costó entenderlo en un primer momento

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    3. Me gusta "desencriptarlo", en el momento de escribir la entrada no podía, porque "la cosa" estaba todavía "procesándose" :)

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