domingo, 11 de agosto de 2013

Ejercicio

Nada tan alentador para hacer ejercicio, como una tarde llena de espejos de centro comercial, cuando una viste prendas que enseñan piel.

Hay cosas que nada más puede arreglar el ejercicio; una de ellas es la cómoda displicencia de la carnita que vive de vacaciones, en donde alguna vez hubo un músculo en servicio.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Ay! esos espejos....que crueles son, y sin embargo no podemos evitar mirarnos en todos, uno tras otro, y en los aparadores, y donde sea, pero yo ni por esas, nada me alienta a hacer ejercicio jaja, un completo desastre.
    Besos

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    1. Tan a gusto que voy yo sintiéndome hermosa, y llega el espejo a decir "ahí-ahí, ¿ya te fijaste?" No me trauma, pero sí me anima a moverme ;D a lo mejor es que no has encontrado el ejercicio que te guste :)
      ¡Besos, Inma!

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