domingo, 21 de julio de 2013

Orinar en sueños

Tener ganas de orinar, en sueños, me parece un peligro. Sentir el desahogo delicioso al dejar salir todo ese líquido que puede hacer de cascada satisfactoria, va seguido de la impresión borrosa de que estás dormida, y de que tal vez, verdaderamente estás orinando o a punto de orinar la cama, porque no estás en el baño. Todo eso ocurre en un par de segundos, gracias a que tener más de treinta años ayuda a sintonizar pronto las coordenadas de la realidad, pero ese par de segundos son de aguda tensión. Luego viene esa parte en la que hay que terminar de despertar, si es el caso, como suele ser, de que las ganas sean reales.

Estas cosas mueven porque de una u otra manera, como aprendí hace poco en Pipí*: "todos tenemos un húmedo y tibio pasado".

* Yo la vi en la Casa de la Cultura Dr. Ignacio Mena.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. La pereza de levantarme de la cama y el deseo de sentir el desahogo, muchas veces me hizo dar ganas de aflojar y dejar fluir.... jajaj menos mal que al final me despierto, no quiero ni imaginar.
    Besos Silvia, buen domingo :)

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    1. ¡Sí! Qué ganas de dejar fluir... y es que a veces no es que una no quiera levantarse de la cama, es que la cama la sujeta a una y no la deja levantarse ;)
      ¡Besos, MC! Feliz domingo :D

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  2. Cuánta verdad! Si habré soñado pararme frente a un mingitorio de un baño público sin lograr orinar... una sensación rara.

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    1. Y lo vívidas que pueden ser esas sensaciones en los sueños ;)

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  3. Es muy común que suceda eso, a mí sin embargo me habrá ocurrido cuando era pequeña, pero de adulta ya no. Si me orino puedo estar sin levantarme pasándolo fatal medio dormida, pero nunca lo cuelo dentro del sueño.
    Besos

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    1. Se te queda afuera, entonces, la realidad "del entorno", cuando sueñas...
      Besos, Inma :)

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  4. He entendido la sensación perfectamente, porque la he sentido :)

    Y la obra, qué gran idea! me han entrado ganas de verla!

    Un saludo!

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    1. ;) ¿verdad que "todos tenemos un húmedo y tibio pasado"? La obra es muy buena: la niña se hace pipí en la cama, va a tener un hermanito, el hermanito nace y los papás dejan de hacerle caso... yo la vi con mi profesor de teatro haciendo de papá, y me encantó.
      ¡Saludos, Telma!

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