sábado, 27 de julio de 2013

El Descartes de Dib, y yo

Mi  nombre no era René, pero hubiera podido ser... tal vez en su versión Reneé, para que fuera femenino.

Un día se me salió la vida de los cuadritos; se me revolvió la cabeza y me explotó el corazón. Me deshice.

Luego volví a hacerme. Descuadriculada.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Ahhh! Es bueno ¿verdad?

    Pues tu alegoría con los cuadritos no se queda atrás. Una de mis parejas me decía con cariño que yo era cuadriculada y tenía que tener todo en su cuadrícula, tenía razón. Otro me llamaba controladora, todo lo tenía que tener bajo control, y era verdad...Así que fíjate si me ha llegado este parrafito, y cuantas veces se me ha descuadriculado todo, pero yo erre que erre, no paro hasta que lo vuelvo a encuadrar, y compongo un nuevo puzzle, no aprendo.
    Besos, guapa ¿Puedo ponerlo como una cita en mi blog? Es que me encantaaaaaa!!!!!!

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    1. ¡Es muy bueno, sí! Eso hace tu cumplido muy halagüeño :D Por supuesto que puedes ponerlo, ¡sería un honor!
      Mi marido decía que yo vivía como en el Tetris, y como tus parejas, tenía razón :)
      ¡Besos descuadriculados, Inma!

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  2. Yo creo que jamás estuve cuadriculada. Y no porque no quiera. Porque no sé.

    Besos

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    1. Es una suerte; creo que si quisieras cuadricularte la tendrías más fácil de lo que fue para mí descuadricularme.
      Besos, Telma :)

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