viernes, 7 de junio de 2013

A veces el día se extiende

Cuando se planea la extensión del día, una toma sus provisiones; pero cuando se extiende sin avisar, de pronto llegan las once de la noche y los pies siguen metidos en botas con tacón y sin plantilla.

En algún momento, cuando la puerta de la casa pone fin a la extensión del día, empieza a aparecer visualizada la cama, aunque esté en otra habitación. Y como lo que se puede imaginar se puede tocar, unos metros después, llega la cama a ofrecer asiento para sacar las botas de encima, el pantalón, la blusa, la parafernalia de adorno y por último no pueden ser los lentes porque para tocarlos hay que tener las manos limpias.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Jeje, en esos casos, yo, que soy muy ordenadita, y todo lo dejo en su lugar al momento, es cuando me permito que la ropa caiga al suelo, las botas queden en el dormitorio, y lo mando todo a la porra. Los lentes hasta con las manos sucias, que una vez me quito las lentillas paso a la condición de cegata total.
    Besos

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    1. ¡¡Imagínate yo, que no soy ordenada!! Pero lo de los lentes no puedo; no soy una persona que se describa por su cuidado con la higiene, pero al pensar en "meter las manos a mis ojos" (?) me vienen a la mente todas las cosas que han pasado por mis manos en el día...
      Besos, Inma

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    2. Ah vale! No te había entendido, tú llamas lentes a las lentillas, y creía que hablabas de las gafas.
      Eso no, para quitarse las lentes o lentillas, las manos siempre limpias, no podría hacerlo yo tampoco de otra manera. Pero que pereza, cuando estás cansadiísima y sabes que aún tienes que levantarte a quitártelas, dan ganas de acostarse con ellas.

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    3. :D :D ¡¡justo acabo de buscar en el diccionario "chinchar", que está en tu comentario de la otra entrada!! Me encantan las diferencias entre nuestros españoles :) :) Ya se me hacía raro que fueras capaz ;) pero sí, da una peeereezaa; si dormir con los lentes-de-contacto-lentillas fuera como dormir maquillada o sin lavarme los dientes, seguro que más de una noche me dormía con ellos, pero hasta en la siestita de veinte minutos de cuando voy en camión a la Universidad, me molestan.

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    4. Yo en la siesta, lo reconozco, me las dejo puestas, luego tengo los ojos como con cristal molido.

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    5. ;D sí, quedan espantosos de secos, un día de plano no las encontraba, se habían ido hasta atrás del ojo y fue de miedo :S

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