domingo, 26 de mayo de 2013

El domingo: el rey del fin de semana, y el resto de los días

El domingo a veces se convierte en un cajón donde va todo lo que no cupo en otro sitio -es decir, en otro día-. Las dieciocho horas de actividad que puedan caberle, casi nunca alcanzan para palomear los pendientes que guarda cuando se le usa de saco para lo que faltó por hacer en la semana. Y las horas no alcanzan, no por otra cosa, sino porque el día se resiste a ser usado de contenedor de ansiedades de eficencia. Al cabo de un par de domingos en eso, el cuerpo y el ánimo se resienten: necesitan su día de descanso, de despeje. La familia se une al resentimiento, y en cuanto a la pareja... creo que el resentimiento se oscurece.

Así que hay que descansar y/o divertirse los domingos. Pero incluso, puede ser mejor borrar la distinción entre el fin de semana y el resto de los días: tener descanso y despeje cuando hacen falta. Cuando una se ocupa de lo que ama en horarios cómodos, aunque haya temporada de mucho trabajo, no se está en espera del fin de semana como quien espera un sorbo de agua en el desierto. Así era cuando daba clases. Es difícil de concebirlo en jornadas de tiempo completo, con trabajo de oficina; pero es posible si la dinámica de las relaciones laborales es respetuosa de las necesidades de las personas, si se tiene buena disposición de ánimo.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Eso es lo ideal Silvia, un trabajo que no te haga desear la llegada del fin de semana como si tu vida dependiera de ello, que te permita horas de ocio una vez terminada la jornada, y que disfrutes mientras te dedicas a él, pero pocos son los afortunados que consiguen algo así.
    Pero por nuestra propia salud mental, el fin de semana debería ser sagrado, el sábado para divertirse un poco, los domingos, que suelen ser más meláncólicos, para disfrutar de no hacer nada sin culpas, ésto mucha gente tampoco puede tenerlo, pero hay que intentarlo.
    Besos

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    1. Eso pienso, Inma. No podría vivir deseando llegar al viernes y tristeando porque es lunes. Si no disfruto tanto el fin de semana como el resto de los días, algo está pasando, porque se disfrutan de diferente manera pero ambos se disfrutan. Y no pueden disfrutarse si no es posible descansar.
      Ahora inicio un proyecto nuevo que me va a agregar tiempo de trabajo, y estoy tratando de dejarme en claro que hay que respetar esa necesidad -de descansar-. Cuando no se puede vivir en fin de semana -¡vaya si me he dado ese gusto!-, "el fin de semana debería ser sagrado", como dices... voy a intentar moverme a lo de vivir en fin de semana... a ver... resuelvo que el domingo es una actitud :D

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  2. Creo que es importante ir espaciando las tareas y no dejarlo todo para un día. Puede ser muy estresante. Un beso.

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    1. Por supuesto. Tienes razón. También es importante entender que hay veces que no se puede hacer todo en el momento en que se tenía previsto.
      Un beso, Susana.

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