Hacia afuera, respecto al mundo: crear la resistencia que permita plantar los pies sobre un suelo donde cabe el que se hace lugar.
Hacia adentro: respirar, asimilar: rendir las intenciones ante la dirección de la inteligencia divina, del amor superior a mis fuerzas.
Silvia Parque
Es cierto, resistirse a tu destino sólo empeora las cosas. Un beso.
ResponderEliminarSí. Estoy tratando de no-resistir. Este año ha sido el año de ponerme en manos de Dios, que sabe lo que hace. Me ha costado, pero creo que voy estando lista.
EliminarUn beso, Susana.