domingo, 10 de marzo de 2013

Sin abandono

"A un adulto no se le puede abandonar", dijo R.

Están los viejos, los discapacitados y los enfermos, de los que sí hay que ocuparse. El resto de nosotros podemos ocuparnos de nosotros mismos.

Es tranquilizador y alentador. Si un otro o muchos otros se ausentan o se despiden, puede ser triste, pero todo vuelve a estar bien.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Es cierto, a un adulto no se le puede abandonar, y sin embargo muchas veces tenemos esa sensación de haber sido abandonados ¿No somos adultos aunque nuestra edad diga lo contrario? ¿no hemos madurado?
    Un adulto no debe nunca colgarse a la chepa de otro, pero tampoco asumir compromisos que sabe que no podrá cumplir creando falsas expectativas.
    De nuevo me he liado jaja.
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De una conversación de esas de liarnos es de donde surgió esta frase de R., y estaba yo empezando a sentirme abandonada cuando vine a escribir la entrada.
      Creo que es normal que las personas, adultas o no, a veces nos sintamos abandonadas; creo que la diferencia en la edad adulta es que nos "sabemos" no "abandonables", que tenemos recursos para "rescatarnos" del abandono percibido.
      ¡Besos, Inmagina!

      Eliminar