Va por su empolvado vestido de princesa, lo mira, y decide otra vez que no vuelve a meterse en eso.
Se sienta. Se pone de pie y camina al espejo de bruja. Todavía no lanza una pregunta cuando escucha la voz de yo-todo-lo-sé:
"Ni eres ni fuiste la más bonita".
Silvia Parque
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