martes, 12 de marzo de 2013

Después de los treinta años

Llega una edad, en la que el café en leche no sabe a café. También empieza una a darse cuenta, qué cosas hace Fulana, que provocan lo que le está pasando. Y empieza a importar el tiempo que se usa en dar rodeos...

Silvia Parque 

6 comentarios:

  1. Los años y la experiencia te aportan cosas pero también te las van quitando. Un beso.

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    1. Sí, Susana; lo bueno es que van quitando lo que ya no viene bien :)
      Un beso.

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  2. Buena reflexión. Me preocupa lo del café, todavía no llegué a los 30, espero poder seguir sintiéndole el sabor... saludos!

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    1. ¡No, si el sabor del café-café, o del café con leche, si lo siento! Es que este café en pura leche sabe más a dulcesito que a café :D :D pero tú no te preocupes :D :D
      ¡Saludos!

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  3. Respuestas
    1. Un poquito de madurez me vendría bien, pue'que sí sea :D
      ¡Beso, Dolega!

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