jueves, 20 de diciembre de 2012

Alteración de la conciencia por apretamiento

En principio, sostengo que uno de mis dos pantalones de mezclilla encogió en la lavandería. El hombre que atestigua mis mañanas, escamoteó el asunto. La amiga, sin embargo, rió todo lo que pudo, asegurando algo así como que "eso decimos todas".

La verdad es que empiezo a dudar de mi conclusión...

El pantalón fue apretando más y más, a medida que avanzaba el mes; pero hoy, cuando lo vi, realmente pareció mucho más pequeño que antes de mandarlo lavar. No por eso iba a dejar de ponérmelo...

Casi al final de la comida, voló una servilleta y supe que no podría agacharme a recogerla; pero hace años no puedo moverme mucho cuando estoy recién comida, así que no me preocupé. La cosa empezó cuando salimos del restaurante: prácticamente dando tumbos, traté de cubrir el vientre con los brazos, meditando si era mejor o peor que mi blusa tuviera un vuelo como el que tendría una blusa para embarazada.

Al ratito, empezaron las palabras mayores: falta de aire, mareo, sensación de exterioridad; la certeza de que "ya no me queda".

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Ja ja Silvia, me has hecho reír, muy seria tú "en principio sostengo que uno de mis pantalones de mezclilla encogió en la lavandería" ja ja y rematas con "El hombre que atestigua mis mañanas, escamoteó el asunto" Que bueno!!!!
    No sé si es cierto o no, aunque si llevaba lana es muy probable, pero sólo por las risas ha valido la pena.
    Muchos besos preciosa, y Feliz Navidad

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    1. :D la puritita verdad, Inmagina :D
      ¡Besos para allá!, y ¡¡feliz navidad!!

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