domingo, 4 de noviembre de 2012

Mala madre de tortugas

Después de más de un mes de monitorear el poco apetito de las tortugas, me deshice de la preocupación, más o menos con la idea de: "ya comerán cuando tengan suficiente hambre". Esta semana, alentada por la idea de que "de todos modos no comen", hubo dos días -no seguidos- que no las alimenté.

Así se iba desarrollando mi frescura de mala madre, cuando recibo una llamada del hombre encargado de las compras de la casa, y me entero de que, según el experto consultado al comprar artemia, las tortugas no comen porque tienen frío, que les puede dar una pulmonía, y que hay que comprar el termostato que debimos comprar desde el principio.

Se han puesto contentas: otra vez nadan de un lado a otro y de arriba a abajo. En un rato tendrán gusanos de una especie que no conocen. En verdad creía que era suficiente con calentarles el agua cuando la sentíamos fresca...

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Yo puse el termostato desde el principio. Claro que en España hace más frío. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querétaro tiene un clima muy agradable, pero debí considerar que ellas no son humanos :S
      Un beso.

      Eliminar