Me volví llorona en la edad adulta. Pasé un rato adolescente llorando por mi amor platónico, pero era un llanto muy provocado, muy de performance vital. Ahora no: brota como broma hormonal. Hay canciones que de rigor me sacan lagrimitas (pocas veces me pasa con las personas -intimo poco y con pocas personas-).
Qué extraño gusto, poner canciones o películas para llorar; qué extraño que se sienta tan bien. Supongo que es el gusto por la intensidad; nos hace sentirnos vivos.
Silvia Parque
Hay un cierto placer en llorar cuando el dolor no es intenso. Es un desahogo emocional. Un beso.
ResponderEliminarSí que sí :)
EliminarUn beso, Susana.