miércoles, 21 de noviembre de 2012

La memoria selectiva y las etapas vitales

Es común que los adultos hablen de la niñez como un periodo casi sin nada más que "contento"...  lo que me parece realmente llamativo es que hablen de las experiencias de la adolescencia y la juventud, como si fueran, digamos... poca cosa; como si, por ejemplo, los amores de ese tiempo, frágiles y en gran medida imaginarios, no hubieran calado hondo y no hubieran significado mucho.

Sin estar preparados, empezamos a vivir por nuestra cuenta, a los doce, trece, catorce años, en la medida en que vamos teniendo una verdadera vida privada. Muy pronto, alrededor de los dieciséis, decisiones y actos van marcando un rumbo. Una década más tarde, vemos a los muchachos y nos parecen nada más niños. Claro que son niños en un par de sentidos, y que no tienen idea de mucho -ni nosotros de tanto-, pero ya están metidos en la vida: completitos.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Es curioso, sí, como la niñez de idealiza pero la adolescencia no. Será porque es una etapa convulsa. Un beso.

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