jueves, 1 de noviembre de 2012

Benditos sean los becarios

Dada la posición de mi escalón en la escalera organizacional, no tengo subordinados. Pero hace un par de meses, los becarios llegaron a mi vida laboral. Ya había visto a un par de ellos trabajar con una de mis compañeras, que siempre hablaba bien de los estimadísimos susodichos. ¡Pero no podía tener idea! 

Este es un reconocimiento público a la labor de las personas jóvenes que ponen buena cara y cuidado, en un trabajo por el que no recibirán "pago".

Silvia Parque

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