martes, 12 de junio de 2012

Noticias de mi imperio

Se fracturó mi ópalo más bello. El hombre hizo las cuentas: ya no vale, en el mercado, ni diez pesos. Yo distingo la fractura, pero no quise examinar; me sigue pareciendo una belleza, su color es el que era y ahí está la delicadeza de sus curvas. Es casi igual que cuando era intercambiable por dinero.

Sin embargo, la fractura es una señal. No hay seguridad para los objetos en una recámara que está hecha un caos. Esa clase de desorden genera pérdidas. Como la gente de la "nueva era", creo que como es adentro es afuera, y que cuando hay armonía, se atrae lo bueno.

Silvia Parque

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